Los huevos son recolectados y transportados por cintas automáticas, desde las naves de postura hasta la sala de clasificación. Una vez ingresados en esta área, la misma cinta que los transporto los descarga en la clasificadora.

Todas nuestras instalaciones cuentan con ambiente climatizado y con las más estrictas normas de limpieza e higiene.

El primer paso en la clasificación es detectar electrónicamente los huevos sucios y cachados, el siguiente paso es orientar automáticamente los huevos para que cuando sean puestos en la bandeja o estuche la cámara de aire quede hacia arriba, luego pasan por martillos que detectan fisuras internas de cascara, para evitar que estos sean enviados al consumo y no haya posibilidad de rotura durante el transporte. Después de esto reciben desinfección en seco con rayos ultravioletas (UV) contra salmonellas y otras bacterias con efectividad de desinfección del %99.9. Al final de estos procesos pasan por balanzas electrónicas para determinar su destino y son sellados mediante Inkjet con la marca, tamaño de huevo y trazabilidad. Por último, los huevos salen de la clasificadora colocados en los envases primarios, que pueden ser maples, estuches de pulpa moldeada y o de acrílico. Estos envases son colocados en cajas de cartón corrugado y cerrados para su posterior traslado.

Tanto la recolección, clasificación, empaque y posterior manejo de los huevos se realiza en su totalidad de forma automática. Trabajando eficientemente logramos que el consumidor sea el primero en tocar cada huevo.